Está claro que el cambio climático está afectando a todo el planeta. Los
diferentes cambios que se producen debido a la contaminación y los gases de
efecto invernadero están haciendo que muchas especies desaparezcan.
La biodiversidad mundial ha disminuido alarmantemente en medio siglo: más
de 25.000 especies, casi un tercio de las conocidas, están en peligro de
desaparecer y el cambio climático es culpable del ocho por ciento.
Todo esto ha llevado a que una parte de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible estén centrados en la vida submarina y de los ecosistemas
terrestres. Pero no sólo directamente, indirectamente también tienen relación
con la preservación del mundo animal y vegetal, como puede ser a través de una fuente de energía no contaminante, la acción por el clima o la lucha
por la limpieza del agua.
Cambio climático
La actividad humana, el
consumo de combustibles fósiles, el gran consumo energético,
la acidificación de los océanos, la contaminación, la deforestación y las
migraciones forzadas amenazan formas de vida de todo tipo. Se estima que un
tercio de los corales, de los moluscos de agua dulce, de los tiburones y de las
rayas, un cuarto de todos los mamíferos, un quinto de todos los reptiles y un
sexto de todas las aves se dirigen a su desaparición.
Todo esto ha llevado a
hablar de la sexta extinción. Si bien las anteriores se han debido a causas
ajenas, esta última le corresponde al ser humano. ¡
Una prueba patente de la
reducción de la biodiversidad natural de nuestro planeta la encontramos en la
Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza. En esta lista se incluyen más de veinticinco mil
especies en peligro de extinción. En los océanos, por citar solo un ejemplo, la
subida de la temperatura y la acidificación del agua están convirtiendo en
desiertos blanquecinos los arrecifes de coral.
El fin del aire del océano
Especies de peces como el
atún y el pez espada, habitantes de las profundidades del mar, pueden verse
cada vez más en la superficie del océano. Esto se debe a que los mares y
océanos están quedándose sin oxígeno debido al aumento de la contaminación en
el aire y el agua.
Los océanos secuestran
alrededor de 30% de las emisiones de dióxido de carbono y, de acuerdo con el
último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), absorben más de
90% de la energía atrapada por los gases de efecto invernadero.
Los efectos en el océano de
los gases de efecto invernadero, como el ozono a nivel del suelo y el dióxido
de carbono, no han recibido tanta atención como el plástico, que es un problema
más visible.