jueves, 29 de septiembre de 2022

Los perros de guerra en el Frente del Pacífico

Los perros de guerra en el Frente del Pacífico

En la fotografía coloreada: médicos veterinarios del Cuerpo de Marines de los EE. UU. tratan a un dóberman pinscher herido, perteneciente al 3° Pelotón de Perros de Guerra en la península de Orote, Guam, 1944. 

Los perros de guerra en el Frente del Pacífico

El Cuerpo de Marines de los Estados Unidos (USMC) utilizó perros en el Pacífico, para ayudar a recuperar las islas de las fuerzas de ocupación japonesas. Fueron utilizados para tareas de centinela y para rastrear a los soldados enemigos en medio de la jungla. Todas las razas fueron elegibles, pero los dóberman y pastores alemanes generalmente fueron los preferidos. El dóberman pinscher se convirtió en el perro “oficial” del USMC. Al finalizar la contienda, muchos perros volvieron a casa con sus cuidadores y la mayoría volvió a la vida civil.

La primera unidad en ir al extranjero fue el 25° Pelotón de Perros de Guerra de la Marina que partió de San Francisco el 11 de mayo de 1944 y llegó a Guadalcanal el 6 de junio. A fines de junio, viajaron a Bougainville y se unieron a la 164° División de Infantería para acabar con las fuerzas japonesas en la isla. Los perros se desempeñaron bien y los informes indicaron que las tropas de infantería apreciaron a los perros y el servicio que realizaron. El segundo pelotón en llegar, el 26°, acompañó a soldados de la 41° División de Infantería en Nueva Guinea y las islas circundantes. Poco después fue asignado a las Divisiones de Infantería 31° y 32°. En Morotai, en las Indias Orientales Holandesas, la 31° División utilizó el 26° Pelotón de Perros de Guerra de la Marina para ayudar a realizar 250 patrullas en el transcurso de dos meses y medio. En este período, ninguna de estas patrullas fue emboscada, lo que demuestra la invaluable naturaleza de los perros exploradores que alertaban a los soldados sobre la presencia del enemigo a distancias que iban en promedio desde 70 a 200 metros de distancia. 

Para la invasión de Filipinas, los pelotones 25°, 26°, 39°, 40°, 41° y 43° se adjuntaron a varias unidades de infantería. En ese momento, la efectividad de los perros era bien conocida, y no había suficientes para todas las unidades que los solicitaban para sus patrullas. Los perros fueron invaluables en la guerra en medio de la jungla que caracterizó gran parte del combate en el Teatro del Pacífico. La espesa jungla limitaba la efectividad humana, dependiendo de la vista y el oído, pero los perros podían oler la presencia del enemigo a pesar de los obstáculos. Además, se abocaron a la búsqueda de francotiradores, de los rezagados, buscaron en cuevas y fortines, trasladaron mensajes y protegían las trincheras y refugios de los marines como lo harían en casas particulares. Los perros comían, dormían, caminaban y vivían con sus cuidadores. La presencia de perros en la línea podría prometerles a los infantes de marina una noche de sueño, ya que alertaban a sus adiestradores cuando el enemigo se acercaba. 

Al principio de las acciones en la isla de Guam, algunos perros resultaron heridos o muertos por disparos de ametralladoras y fusiles, y los morteros de los japoneses fueron tan devastadores para los perros como para los marines. Cuando los perros resultaban heridos, los marines se aseguraban de llevarlos a la retaguardia, al veterinario, lo más rápido posible, siempre que pudieran hacerlo. En los combates que tuvieron lugar en Guam, 20 perros resultaron heridos y 25 muertos. En general, unos 350 perros de guerra sirvieron en las operaciones de Guam. Desde el final de la campaña hasta el final de la guerra en el Pacífico, Guam sirvió como área de preparación para los perros de guerra, de los cuales 465 sirvieron en operaciones de combate. De los perros de guerra de la Infantería de Marina, el 85% eran dóberman pinscher, y el resto principalmente pastores alemanes. 

Dos meses después de la conquista de Guam, el 15 de septiembre de 1944, la 1° División de Infantería de Marina atacó Peleliu, una isla de coral en el grupo Palau, aproximadamente a 500 kilómetros al este de la Filipinas.  El 4° Pelotón de Perros de Guerra de la Marina (36 perros y 60 hombres) desembarcó en Peleliu una hora después de la primera tanda de marines. El 5° Pelotón de Perros de Guerra desembarcó al día siguiente, y uno de sus miembros, “Duke”, un pastor alemán, pronto se destacó en la batalla por la posesión del aeródromo de Peleliu, en torno al cual giraron los combates iniciales. ”Duke” trasladaba mapas, documentos y pedidos a través del aeródromo bajo un intenso fuego de mortero, entregando con éxito a los oficiales de inteligencia que esperaban al otro lado. 

Al final de la Guerra del Pacífico, la Infantería de Marina estadounidense tenía 510 perros de guerra en el servicio.

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