La visión de los animales varía según la especie. La mayoría de ellos no ven tan bien como los humanos, ya que sus ojos no están tan desarrollados. No obstante, nuestra mascota puede tener los mismos problemas en la vista que nosotros, dando lugar a una serie de enfermedades.
Tratándose del perro, su visión es más primitiva y desarrolla más otros sentidos como el gusto, el olfato o el tacto, Así, entres sus enfermedades, destacan las cataratas, que se producen en forma de opacidad en el interior del ojo.
Generalmente afectan a los dos ojos y evolucionan hacia la ceguera. Los daños tienen lugar en su estructura óptica transparente que conocemos como el cristalino, ubicada dentro del ojo, por detrás de la pupila. En ocasiones, el cristalino deja de ser transparente y adopta una coloración blanquecina o azulada denominada catarata. Esta opacidad provocará que el animal pierda progresivamente la visión.
Las cataratas de nuestro perro pueden ser congénitas o presentarse cuando el animal es joven o adulto. Las principales razas que presentan cataratas hereditarias son los Cocker Spaniel, Caniche, Husky Siberiano, Schnauzer, Bichon Frise, Fox Terrier, Golden Retriever, Labrador, Old English Sheepdog, Pequines, Shih Tzu y Lhasa Apaso. Estos alcanzan mayor longevidad (hasta los 15 ó 18 años) y tienen más problemas relacionados con la edad, Casualmente las cataratas aparecen con frecuencia en los perros senior.
¿Cómo sé que mi perro tiene cataratas?
Ten en cuenta que esta enfermedad sólo puede ser detectada a través de un examen profesional, de manera que, cuando percibimos las cataratas en nuestra mascota, la enfermedad ya habrá comenzado a desarrollarse. Por ejemplo, si tu perro presenta cataratas “evidentes” a los 4 años de edad, podría padecerlas desde los dos años. De ahí que sea importante su diagnóstico “precoz”. Por eso, se llevan a cabo campañas de detención y prevención de este tipo de enfermedades a través de programas entre profesionales en diversos países.
Fijándonos en su comportamiento podemos adivinar si ha perdido facultades de visión. El perro empezará a manifestar la ceguera cuando carezca de, por lo menos, el 80% de su capacidad visual. Pero, salvo algunos cambios de adaptación, el animal no manifiesta grandes problemas para seguir con una vida normal. Por eso, conviene que, con frecuencia, compares sus dos ojos por si alguna parte está inflamada o tiene aspecto azulado. En cualquiera de estos casos, tu mascota debe hacer una visita al especialista. El veterinario oftalmólogo reconocerá y tratará el problema con un examen de ojos y un equipo con luces especiales.
La operación resulta exitosa:
Afortunadamente, la cirugía de las cataratas ha avanzado sorprendentemente dentro de la oftalmología veterinaria en los últimos años. Asimismo, es importante saber que no todos los perros pueden operarse de cataratas; para ellos deben reunir una serie de requisitos como:
1.- Un buen estado clínico en general.
2.- Tienen preferencia las operaciones de cataratas bilaterales.
3.- Ausencia de otras enfermedades oculares asociadas.
Estas condiciones serán evaluadas a través de un profesional mediante un examen clínico y oftalmológico detallado.
Normalmente, las cataratas pueden ser removidas si el perro está lo suficientemente sano como para soportar la cirugía. La mayoría de las personas que se someten a esta operación tienen una lente artificial implantada que reemplaza la lente natural borrosa que se fue retirada durante la cirugía. Pero los animales, normalmente, no reciben un implante de lente, ellos parecen ver lo suficiente bien sin reemplazarla, debido a que tienen menos acomodación y visión central.
Aproximadamente, el 90% de los animales operados recuperan una visión adecuada para hacer una vida normal y recuperar la actividad que habían perdido conforme avanza su enfermedad. Pero esto no implica ninguna solución a la verdadera problemática de la transmisión hereditaria. Por eso, pon atención a los ojos de tu mascota y detecta cuanto antes la enfermedad.