viernes, 26 de noviembre de 2021

Leishmaniosis Canina

Leishmaniosis Canina

La leishmaniosis canina es una enfermedad grave, incluso mortal para tu perro. Descubre cómo protegerlo.

La leishmaniosis canina es una enfermedad parasitaria grave en el perro por causa de un parásito (protozoo microscópico) denominado Leishmania.

El primer síntoma clínico más habitual es la pérdida de pelo, sobre todo alrededor de los ojos, orejas y la nariz. Según la enfermedad va avanzando, el perro pierde peso aunque no pierde el apetito. Son hab

ituales las heridas en la piel, especialmente en la cabeza y en las patas, en las áreas donde el perro está en contacto con el suelo al tumbarse o sentarse. Cuando el cuadro se vuelve crónico, este se complica observándose en muchos casos síntomas relacionados con insuficiencia renal.

La enfermedad no distingue ni entre sexos ni entre razas de perros.

Entre otros lugares geográficos, la leishmaniosis canina aparece principalmente en muchos países de América Latina y en todos los países de la región mediterránea, incluyendo Portugal, España, Francia, Italia, Malta, Grecia, Turquía, Israel, Egipto, Libia, Túnez y Marruecos.

En España las regiones más afectadas son las de Aragón, Cataluña, Madrid, Baleares, Levante, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León. Se observa en otras regiones pero con menos intensidad.

La enfermedad se transmite a través de un mosquito, llamado flebótomo. De ahí que, si hay mosquitos, hay riesgo de contagio. La temporada de peligro comienza con el calor, normalmente en mayo y finaliza en septiembre y octubre si se prolonga el verano. Durante el invierno los mosquitos permanecen en estado de larvas cuaternarias y son inofensivas. En las zonas más cálidas de España encontramos mosquitos prácticamente todo el año y por consecuencia el peligro existe todo el año.

La leishmaniosis es una enfermedad que causa la muerte en la mayoría de los perros afectados por ella y que no reciben tratamiento y vigilancia posterior.

Si tu perro no recibe protección alguna, el riesgo del contagio varia de un 3% a un 18% según la zona. El riesgo siempre aumenta si su perro permanece en zonas más rurales y periurbanas, en regiones cálidas del país y si está fuera de casa al anochecer.

Hay varios tipos de Leishmania: Lehismania tropica, major, infantum.

Pienso que mi perro tiene Leishmaniosis ¿Ahora qué?

En el caso de que pienses que tu perro padece Leishmaniosis, visita a tu veterinario quien realizará una prueba analítica mediante una muestra de sangre. Dependiendo de su estado, también tomará una muestra de la médula ósea o del tejido de un ganglio linfático inflamado para examinarla al microscopio y detectar los parásitos.

El perro enfermo requiere atención veterinaria el resto de su vida

Básicamente se utilizan técnicas que nos permitan detectar el parásito (parasitológicas) o bien la respuesta defensiva del enfermo frente a éste. Cuando se tienen sospechas de que un animal padece leishmaniosis se utilizan varias pruebas al mismo tiempo a fin de asegurar el diagnóstico, entre ellas podemos citar la toma de muestras de la médula ósea o ganglio linfático a fin de visualizar el parásito, pruebas serológicas (IFI o ELISA) para controlar el grado de respuesta inmunitaria que el animal presenta y proteinograma.

En zonas endémicas de leishmaniosis canina, los perros, de forma rutinaria, se controlan anualmente mediante unos kits rápidos utilizando la sangre para detectar de forma temprana el posible contagio.

Si observas los síntomas clínicos o sospechas que tu perro ha sido infestado, llévalo al veterinario para realizar una prueba serológica, El tratamiento será más exitoso si se inicia en las primeras fases de la enfermedad.

La leishmaniosis canina se puede tratar, pero no curar.

Un tratamiento puede durar varias semanas, pero el parásito siempre permanecerá en el perro. Hasta el final de su vida, periódicamente los síntomas pueden volver a aparecer y se tiene que repetir el tratamiento.

Los fármacos utilizados para el tratamiento son compuestos antimoniales. Se aplican mediante inyección y el tratamiento puede durar varias semanas. Algunos veterinarios también recetan alopurinol por vía oral.

¿Cuál es la posibilidad de recaída? Muy variable y difícil de cuantificar. Dependerá de la calidad de vida del perro, de posibles reinfecciones por otros flebótomos, de control veterinario que se practique etc.

Pero ten en cuenta una cosa… Cuanto antes se diagnostica la enfermedad mejor se puede controlar.

Hoy en día para prevenir la Lehismaniosis existen collares repelentes y una vacuna. Consulta a tu veterinario de confianza cual es la mejor opción para tu mascota.

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