sábado, 20 de noviembre de 2021

Adiestramiento positivo con “Clicker”

En los últimos años han cambiado muchas cosas en lo que se refiere a enseñanza en los animales de compañía y, día a día, se descubren nuevos métodos que vuelven más felices nuestras vidas y las de nuestras mascotas.

Los nuevos métodos de enseñanza están basados en el reforzamiento positivo, ¿en qué consiste este método? en fortalecer una respuesta deseada en vez de forzar a nuestro perro para conseguirla. En definitiva, se trata de lograr que el perro desee lo mismo que nosotros y realice lo que esperamos porque siente que así lo quiere.

Gracias a esta nueva forma de adiestramiento se terminarán los castigos, el sometimiento y el miedo y controlará su comportamiento a través del respeto y la confianza.

Adiestramiento positivo con “Clicker”

Adiestramiento positivo con “Clicker”

El adiestramiento con clicker es una de las formas más populares de adiestrar a nuestro perro mediante refuerzo positivo. El clicker es una cajita de plástico con una plaquita de metal que hace un chasquido de dos tonos al apretar la lámina de metal y su utilidad es indicar al perro cuando hace algo bien instantánemente después de haberlo hecho . El clicker se creó para superar las limitaciones del método tradicional, en el que se les da el premio después de la acción positiva.

El método con el clicker puede utilizarse con cualquier perro, sin importar la raza ni la edad y se trata de intentar conseguir que el perro se entusiasme motivándolo a ejecutar un determinado ejercicio cada vez de forma más rápida y efectiva, ¿cómo lo conseguiremos? el primer paso es conseguir que el perro asocie el sonido del clicker con un premio. Para esto, hacemos sonar el clicker e inmediatamente le damos su recompensa. Repetimos esta acción 2 o 3 veces más y esperamos a que deje de prestarnos atención. Cuando su atención esté en otra cosa, hacemos sonar el clicker y comprobamos si mira inmediatamente hacia nosotros esperando su premio (si es así, probablemente ya ha hecho la asociación).

Una vez que el perro identifica el sonido del clicker con el premio, ya podemos enseñarle lo que queramos siguiendo el mismo método; en cuanto el perro hace lo que queríamos, hacemos sonar el clicker (ojo, tenemos que hacerlo sonar en el momento exacto, no un poco antes ni un poco después, o perderá efectividad) y le damos su premio.

Él mismo irá buscando hacer lo que tú deseas porque sabe que detrás de cada buena acción realizada hay un premio esperándole.

Los perros adiestrados con este método, llegan a recordar las órdenes incluso años después sin haberlas vuelto a practicar, debido a lo efectivo del proceso de asociación.

Sin dolor, sin castigo, sólo premiando lo que hace bien, adiestramiento positivo.

¿Qué edad tiene mi perro en años humanos?

Algunos cambios en el comportamiento de tu mascota, como ir más despacio, dormir más y ser un poco menos móvil, a menudo se consideran normales debido a la edad, pero a menudo indican dolor o malestar subyacente como la artritis. Los cambios en el apetito, el consumo excesivo de alcohol y los problemas oculares o dentales también deben ser tratados por su veterinario.

Si tu perro es mayor, ¿por qué no reservar un chequeo de salud para perros mayores para discutir sus necesidades cambiantes con su equipo veterinario?

¡Consulta las tablas a continuación para ver cuántos años tiene tu perro en años humanos, dependiendo de su tamaño y la etapa de la vida en que se encuentran!

¿Qué edad tiene mi perro en años humanos?

¿Qué edad tiene mi perro en años humanos?


Etapa de la vida: cachorro

Pequeño: hasta 9 kg

1 año = 7 años humanos

Medio - 9 a 23 kg

1 año = 7 años humanos


Grande - 23 a 40 kg

1 año = 8 años humanos


Muy grande: más de 40 kg

1 año = 9 años humanos

2 años = 18 años humanos


Etapa de la vida: adulto

Pequeño: hasta 9 kg

2 años = 13 años humanos

3 años = 20 años humanos

4 años = 26 años humanos

5 años = 36 años humanos

6 años = 40 años humanos

7 años = 44 años humanos

8 años = 48 años humanos


Medio - 9 a 23 kg

2 años = 14 años humanos

3 años = 21 años humanos

4 años = 27 años humanos

5 años = 38 años humanos

6 años = 42 años humanos

7 años = 47 años humanos


Grande - 23 a 40 kg

2 años = 16 años humanos

3 años = 24 años humanos

4 años = 31 años humanos

5 años = 40 años humanos

6 años = 45 años humanos


Muy grande: más de 40 kg

3 años = 26 años humanos

4 años = 34 años humanos


Etapa de la vida: Senior

Pequeño: hasta 9 kg

9 años = 52 años humanos

10 años = 56 años humanos

11 años = 60 años humanos

12 años = 64 años humanos

13 años = 68 años humanos


Medio - 9 a 23 kg

8 años = 51 años humanos

9 años = 56 años humanos

10 años = 60 años humanos

11 años = 56 años humanos

12 años = 69 años humanos


Grande - 23 a 40 kg

7 años = 50 años humanos

8 años = 55 años humanos

9 años = 61 años humanos

10 años = 66 años humanos


Muy grande: más de 40 kg

5 años = 42 años humanos

6 años = 49 años humanos

7 años = 56 años humanos

8 años = 64 años humanos


Etapa de la vida: geriátrico

Pequeño: hasta 9 kg

14 años = 72 años humanos

15 años = 76 años humanos

16 años = 80 años humanos

17 años = 88 años humanos

18 años = 88 años humanos

19 años = 92 años humanos

20 años = 96 años humanos


Medio - 9 a 23 kg

13 años = 74 años humanos

14 años = 78 años humanos

15 años = 83 años humanos

16 años = 87 años humanos

17 años = 92 años humanos

18 años = 96 años humanos

19 años = 101 años humanos


Grande - 23 a 40 kg

11 años = 72 años humanos

12 años = 77 años humanos

13 años = 82 años humanos

14 años = 88 años humanos

15 años = 93 años humanos

16 años = 99 años humanos

17 años = 104 años humanos


Muy grande: más de 40 kg

9 años = 71 años humanos

10 años = 78 años humanos

11 años = 86 años humanos

12 años = 93 años humanos

13 años = 101 años humanos

Perros ancianos

perro anciano

Probablemente, durante toda la vida de nuestro perro, hemos estado pendientes de él y nos hemos ocupado en su bienestar, pero cuando llegue este momento todavía debemos implicarnos más para que esta etapa de su vida la pase siendo un perro feliz y saludable.

El tiempo biológico de nuestro perro es distinto al nuestro; su vida dura vida menos que la nuestra, de manera que cuando  un perro cumple los siete años ya empieza a ser un perro anciano, mientras que nosotros a esa edad todavía estamos en la infancia, todavía somos muy pequeños. Aunque es cierto que los perros de raza grande envejecen más deprisa que los de raza pequeña, los siete años son la edad que se considera como el principio de la vejez del perro.

Probablemente, durante toda la vida de nuestro perro, hemos estado pendientes y nos hemos ocupado de su bienestar, pero cuando llegue este momento todavía deberemos implicarnos más para que esta etapa de su vida la pase siendo un perro feliz y saludable. Para esto debemos tomar algunas medidas especiales.

Adecuar el espacio en la casa:

La pérdida de movilidad así como la pérdida de ciertas capacidades o sentidos (vista, oído, etc.) supondrán la aparición de ciertos obstáculos en el entorno de nuestro perro que antes no lo eran. Debemos entender que, aunque nos cueste un sacrificio, deberemos procurar que se sienta a su gusto en casa, evitando lo que pueda suponerle un obstáculo o una incomodidad que le haga sentirse mal viendo que no puede superarlo como hacía antes; evitaremos que cambiar su lugar habitual para dormir, por ejemplo; evitaremos también el mobiliario que pueda resultar peligroso como los cantos de mesas a la altura de su cara; teniendo en cuenta que su visión no es total (más aún si es totalmente nula) y que el resto de los sentidos que puedan ayudarle a defenderse de esos obstáculos puede que también se haya atrofiado.

Si, por ejemplo, tenemos jardín también tomaremos medidas para que no se dañe con las herramientas que podamos tener y, para que no pueda salir y perderse o sufrir un accidente si se desorienta.

Control veterinario más exhaustivo:

Seguiremos con los tratamientos habituales que hemos seguido hasta ahora, vacunas, tratamientos antiparásitos, etc…, pero además le someteremos a una revisión dos veces al año para controlar los cambios producidos por el envejecimiento aunque observemos que el perro está sano.

El veterinario es quien mejor detectará un problema o enfermedad a través de un chequeo completo; debemos tener en cuenta que la detección a tiempo de un problema siempre supondrá un beneficio en tanto que se podrá empezar a tratar desde el principio, y esto puede ser crucial en según qué tipo de enfermedades, disfunciones o problemas.

Además aprovecharemos la visita al veterinario para que nos aclare las dudas que podamos tener respecto a los cambios que observamos en nuestro perro o sobre cualquier otro tema.

Un chequeo completo debe constar de análisis de orina, de sangre y de heces, y de radiografías para controlar el estado de los huesos, especialmente sensibles a sufrir desgaste por la edad. Estas analíticas darán al veterinario una información muy completa del estado de la salud de nuestro perro ya que la mayoría de los problemas o enfermedades se reflejan en dichos análisis.

Hacer ejercicios especiales:

De la misma manera que durante toda su vida el ejercicio ha sido vital para su bienestar y desarrollo, también será muy importante cuando nuestro perro sea anciano.

Está claro que no podremos forzarle a llevar a cabo la misma actividad que cuando era joven, así que le proporcionaremos un ejercicio que, sin cansarle demasiado ni provocarle estrés, le ayude a mantenerse en forma, a que los huesos y músculos estén más protegidos, y que le proporcione satisfacción y diversión para que se sienta mejor y más feliz.

Con esto también prevendremos o mejoramos los problemas de obesidad (un problema bastante frecuente en perros ancianos) y de artritis que se puedan aparecer en nuestro perro, ya que el ejercicio quema calorías y reduce el dolor en los huesos que aumenta con los cambios de tiempo. Hay alimentos especiales para poder palear estas patologías.

Lo ideal es que haga ejercicios a diario que consista en paseos y juegos de atrapar objetos de manera tranquila, sin agresividad ni violencia. En cuanto a la cantidad de ejercicio tiene que ir en proporción, primeramente a la clase de perro que sea, esto incluso cuando es joven, y sobre todo a su estado de salud y sus ganas. En general, no dejaremos que se canse en exceso y haremos que repose cuando lo necesite; no debe faltarle agua.

Una alimentación especial:

Durante esta etapa tiene unas necesidades nutricionales distintas a las de las anteriores, así que la dieta deberá ajustarse a éstas.

El perro anciano no necesita tanta energía como el perro joven y, si come demasiado, puede llevar a padecer obesidad, cosa que hay que evitar a través de una correcta alimentación.

Por otra parte, la pérdida de apetito y la dificultad de las digestiones del perro anciano hacen que el hábito de comer una vez al día una gran cantidad de comida no sea adecuada. Es mejor que le demos de comer menos cantidad y más veces al día.

Podemos empezar con dos comidas al día, pero conforme el perro envejezca llegar a cuatro al día será lo correcto.

Elegiremos el tipo de comida más adecuada, si es necesario consultando al veterinario, y teniendo en cuanta el aporte de proteínas, hidratos de carbono, calorías y minerales para cada alimento proporciona para poder adecuarlos a las necesidades de nuestro perro. Deberemos reducir la cantidad de sal en sus comidas ya que no es recomendable, y tendremos en cuenta que el agua es un elemento esencial y que le proporcionaremos la que necesite; en caso de problemas de incontinencia consultaremos con el veterinario.

Encontraremos comidas especiales para perros ancianos.

La relación con los niños:

Los perros ancianos necesitan mucha calma y tranquilidad, y los movimientos rápidos y la incesante energía de los niños pueden molestar mucho. Deberemos enseñarle al niño que no moleste al perro sobre todo cuando está durmiendo, y si vienen otros niños de visita procuraremos dejar al perro en un lugar tranquilo donde no pueda ser molestado.  

Tumores mamarios en perras

Tumores mamarios en perras

Las neoplasias mamarias son muy frecuentes en los animales de compañía. En el caso del perro, ocupan el segundo lugar en frecuencia tras los tumores de piel. Un 60% de ellas son benignas y el 40% restante son malignas.

¿Hay alguna raza en particular más predispuesta?

La incidencia en perros cruzados parece ser menos que en perros de razas puras, los que tiene más riesgo son Spaniels, Caniches y algunos Terriers. Los Beagle, Galgos y Boxer pueden desaarrollar tumores mamarios pero la frecuencia de malignidad es menor.

¿Se dan a alguna edad en particular?

La media de edad en el momento del diagnóstico está en torno a los 7-11 años. Se han dado casos en perras jóvenes pero es poco frecuente.

Están más predispuestas las mascotas sometidas a tratamientos hormonales para cortar y evitar los celos.

También se ha visto que las perras con pseudogestaciones (embarazos psicológicos) recurrentes presentan tumores de mama con más frecuencia.

¿Cómo se diagnostica?

Inicialmente en el examen clínico. Normalmente los propietarios detectan una masa en la mama y ocasionalmente pueden observarse secreciones en la mama afectada. En casos de tumores malignos puede haber signos de metástasis en otros órganos, como la aparición de dificultad respiratoria en animales con metástasis torácicas.

¿Se afectan unas mamas más que otras?

En las perras, el setenta por ciento de los tumores mamarios se producen en las mamas caudales o inguinales. El resto se produce por igual en las demás mamas.

¿Cómo se detectan?

Las masas pueden variar de forma o tamaño, desde nódulos móviles, duros, aislados o agrupados a formaciones blandas y difusas adheridas a otros tejidos más profundos. En ocasiones se pueden descubrir pequeños nódulos de pocos milímetros de diámetros justo después del celo.

Consulte a su veterinario lo antes posible para que él pueda actuar a tiempo.

¿Cuál es la causa?

Como en cualquier otra forma de cáncer no se conoce con exactitud la causa, pero sabemos que la mayoría de los tumores son hormonodependientes.

Esto quiere decir que en el tejido mamario normal existen receptores para diferentes tipos de hormonas. Cada vez que nuestra mascota entra en celo, las hormonas (sobre todo estrógenos y progestorona) circulan por su organismo en mayor concentración, y estimulan los receptores existentes en las mamas (también existen dichos receptores en otros órganos, como en el útero.

¿Cómo actúa el veterinario ante este tipo de patología?

Valoración de la paciente: Ya que son tumores con capacidad metastatizar e invadir otros órganos, está indicado además de la exploración clínica, realizar pruebas complementarias como radiografías torácicas, ecografías abdominales, analíticas sanguíneas, etc. Para saber en qué estadio de desarrollo nos encontramos antes de decidir.

Premedicación: Instauramos un tratamiento, con antiinflamatorios específicos y fármacos que reduzcan la actividad del tejido mamario (como los que se utilizan para cortar la lactación o en las pseudogestaciones)

Tratamientos quirúrgicos: El tratamiento de elección en estos casos es la mastectomía.

La intervención consiste en extirpara además de la mama afectada las que se encuentran en la misma cadena mamaria. El veterinario decidirá cuántas y cuales quitar en función del desarrollo que ha alcanzado el tumor en el momento del diagnóstico, del número de tumores, etc.

En ocasiones retiramos toda la cadena mamaria afectada, para asegurarnos de que no quede nada de tejido, si las dos cadenas mamarias tienen tumores puede que necesitemos más de una intervención.

Recomendamos esterilizar a la paciente en la misma intervención, así las hormonas circulares van a disminuir y el tejido mamario restante estará menos estimulado, esto ayuda a evitar la formación de nuevos tumores o recurrencias.

Además muchas veces el útero y/o los ovarios también ya alterados en el momento del diagnóstico de los tumores mamarios.

Tratamiento postquirúrgico: El análisis del tejido retirado es fundamental para conocer qué tipo de tumor es y por lo tanto el comportamiento esperado, grado de malignidad, invasión de ganglios adyacentes, presencia de células tumorales en los bordes dela cirugía…. Estos son datos importantes para establecer un pronóstico y la pauta de seguimiento.

En el caso de tumores benignos sin capacidad de metástasis, el pronóstico es bueno siempre y cuando la escisión haya sido completa.

A pesar de todo, una paciente que en el pasado haya tenido tumores benignos puede posteriormente desarrollar más tumores en otras mamas o incluso en tumores malignos.

En los casos de tumores malignos se prescribe un tratamiento médico tras la cirugía, hay en la actualidad diversos fármacos orales e inyectados que nos pueden ayudar a que la enfermedad no avance incluso remita temporalmente o parcialmente en los casos de tumores que ya se han instaurado en otros órganos.

Seguimiento: Se recomienda revisar a la paciente cada tres meses, palpar cuidadosamente las mamas, realizar radiografías y ecografía abdominal, siendo esto mucho más importante todavía en los casos de tumores malignos.

¿Puede prevenirse el cáncer de mama en la perra?

La mejor profilaxis es la castración antes del primer celo.

Este efecto protector de la castración disminuye con cada celo y es mínimo tras el segundo o tercer celo, porque ya los receptores existentes en el tejido mamario han sido estimulados.

La raza de perros Mudi

La raza de perros Mudi

Los perros de raza mudi son bastante difíciles de encontrar, de la familia del pastor húngaro, su nombre completo es el Canis Olivis Fenyese. El Mudi ha sido utilizado inicialmente para auxiliar el Hombre en la caza de jabalís y al pastoreo de ovejas. Originario de Hungría, no se sabe con ciencia cierta pero se cree que ha sido entre los siglos XVIII y XIX.

La raza fue descubierta por el Dr. Dezsõ Fényes, en 1936, pero durante décadas la historia de esta estirpe ha sido confundida frecuentemente con la de otros perros pastores de Hungría. Se cree, sin embargo, que desciende del cruce entre el Puli y otros perros del tipo Spitz.

También la II Guerra Mundial ha sido una amenaza casi fatal para esta raza: los Mudi han casi desaparecido y sólo en los años 70 ha sido implementado un efectivo programa de rehabilitación de la raza. El establecimiento del estándar que define las características de esta estirpe sigue siendo objeto de sucesivas correcciones a lo largo de las décadas, habiendo sido efectuada la última en 2004.

Asimismo, esta sigue siendo una raza considerada rara en Hungría y casi no la vemos tampoco en exposiciones caninas.

Actualmente, en Finlandia existe un considerable número de criadores de Mudis, que son tradicionalmente utilizados en operaciones de salvamiento en zonas montañosas.

El mudi es un perro de tamaño medio, muy musculoso e inteligente.

Mide unos 47 cm. en los machos y 38 cm. en las hembras, y su peso está entre los 11 y 13 kilos en los machos y unos 8 a 11 kilos en las hembras.

Es un animal muy atleta, alegre, enérgico y nada agresivo.

En cuanto al color del pelaje los hay de color negro, bayo, blanco, azul mirlo, etc.

El largo del pelo es diferente según la zona del cuerpo, variando de largo a corto, ondulado, con rizos, tupido, etc. El pelaje en el cuerpo mide hasta los 12 cm, en el hocico el pelo es más corto y es ondulado en las orejas.

El carácter de éstos animales es muy bueno, son excelentes mascotas y muy buenos perros guardianes.

Los mudi son una raza de perro muy valiente, inteligente, vivaces, alegres, aprenden enseguida cosas nuevas y se entrenan fácilmente.

Estos perros suelen tener un lazo muy fuerte con su dueño, que suele ser una sola persona de la familia, a quien les es completamente fiel.

Necesitan mucho ejercicio constantemente. Por lo menos dos o tres paseos diarios.

Su pelaje necesita ser cepillado semanalmente y un baño cada 15 días. Asimismo, hay que tener en cuenta que el mudi pierde pelo todo el año. 

Esta raza no suele presentar una propensión a enfermedades, siendo considerada genéricamente muy saludable y con una larga expectativa de vida (13 a 14 años).

En definitiva, el Mudi es un perro inteligente, con una personalidad elogiada por muchos especialistas. Lo consideran un perro valiente, perspicaz, obediente, que puede ser un excelente perro de guarda, protector de la familia y de la propiedad.

Es un animal dócil, fiel a sus amos, pero deberá ser acostumbrado a la presencia de niños pequeños y/u otras mascotas. Delante de desconocidos, podrá reaccionar de forma defensiva, necesitando de algún tiempo para acostumbrarse a nuevas presencias.

El dueño ideal para el Mudi debe ser amable y nada violento, ni con la voz ni con los gestos. Hay que ser comprensivo y es importante que entienda el por qué de un castigo ante una desaprobación de su actitud. No necesita paciencia para que sepa cuales son sus límites y sus prohibiciones. En definitiva un amo que cuide de su salud, de su seguridad, de su equilibrio psíquico y que satisfaga su afán de movimiento y actividad.

Problemas renales en nuestras mascotas

Las enfermedades renales son un proceso clínico común y grave en los perros y los gatos. Afortunadamente, la medicina veterinaria ha conseguido grandes avances médicos y terapéuticos para el tratamiento de estas alteraciones.

Tipos de enfermedades renales en mascotas:

Hay muchas causas para las alteraciones renales. Las formas hereditarias pueden observarse en perros y gatos jóvenes en los cuales el desarrollo y la maduración normal de sus riñones ha sido insuficiente. Sin embargo, las alteraciones renales se observan con mayor frecuencia en perros y gatos adultos, y son la consecuencia de los daños causados por enfermedades infecciosas, toxinas o alteraciones inmunológicas. La enfermedad renal que se presenta repentinamente es llamada aguda. Si la progresión de la enfermedad es gradual, se denomina crónica.

Problemas renales en nuestras mascotas

¿Qué son las alteraciones renales?

Los riñones desempeñan varias funciones. Una de sus misiones primarias es la de filtrar la sangre para extraer de ella los productos tóxicos del metabolismo. Además, los riñones colaboran en el mantenimiento de los niveles adecuados del balance hídrico, el equilibrio ácido/base y los niveles minerales y electrolíticos del perro o gato. Cualquier estado que deteriore los riñones puede alterar esas funciones. Afortunadamente, los riñones tienen una gran capacidad de reserva y pueden compensar la existencia de una lesión muy amplia. Puede llegarse hasta un 75% de tejido renal no funcional antes de observarse síntomas clínicos en el animal. Pero cuando se alcanzan estas proporciones de lesión, los riñones no consiguen limpiar por completo la sangre y las sustancias tóxicas empiezan a acumularse. La incapacidad de los riñones para desempeñar sus funciones normales es llamada insuficiencia renal. La insuficiencia renal aguda (IRA) se produce rápidamente. La tumefacción del riñón o la disminución de flujo sanguíneo hacia los riñones perjudica la capacidad de éste para producir orina. Cuando las toxinas aumentan en la sangre, pueden aparecer síntomas como depresión, letargia, pérdida del apetito o vómitos. En la insuficiencia renal crónica (IRC) la aparición de los síntomas aparece más lentamente. Inicialmente, puede notarse únicamente un aumento en la cantidad de agua que el perro o gato ingieren (polidipsia) y en la cantidad de orina que produce (poliuria). A medida que la alteración del riñón progresa, los productos tóxicos de desecho del animal aumentan y puede darse depresión, diarrea y vómitos.

Diagnóstico de problemas renales en mascotas:

Si su veterinario sospecha que su perro o gato sufre de insuficiencia renal, puede tener que realizar diversas pruebas de laboratorio para su confirmación. Éstas pueden incluir análisis sanguíneos para determinar los niveles de productos metabólicos tóxicos presentes en la sangre y análisis de orina para comprobar sus posibles alteraciones. En algunos casos puede ser necesaria la realización de radiografías (rayos X), análisis especiales e incluso una biopsia renal.

Tratamiento de enfermedades renales en perros y gatos:

Tras la verificación de las causas y la gravedad del estado del animal, su veterinario podrá iniciar el tratamiento apropiado. Debido a que una de las funciones más importantes del riñón es el mantenimiento del balance hídrico, debe procurar que su perro o gato tenga libre acceso al agua. Si está deshidratado puede ser necesaria la instauración de una fluidoterapia por parte del veterinario. Otro aspecto importante en el tratamiento del perro o gato puede consistir en el suministro de una dieta específica para animales con insuficiencia renal. En función de la causa de la insuficiencia renal, puede ser también necesario el empleo de antibióticos y otras medicaciones.

La importancia de la nutrición:

La dieta juega un importante papel en el tratamiento de las enfermedades renales. El objetivo de la dieta es reducir la ingestión de proteínas y fósforo para favorecer el equilibrio justo de nutrientes totales. Esto puede lograrse aumentando el aporte de calorías procedentes de carbohidratos y grasas, así como proporcionando proteínas de alta calidad en pequeñas cantidades. Una dieta especial puede ayudar también al equilibrio del balance electrolítico y de los niveles minerales y vitamínicos que la insuficiencia renal podría haber alterado. Los pacientes con insuficiencia renal se benefician de un descenso en la cantidad de sodio en sus dietas, así como del aumento de las vitaminas del tipo B.

Ayude a que su perro o gato vivan confortablemente

Administre a su animal de compañía aquella medicación que le prescriba su veterinario y en la forma que él le indique. Las dietas especiales forman parte importante de un cuidadoso plan global para garantizar su salud.Déle solamente la dieta recomendada por su veterinario. Como en cualquier cambio de dieta, es mejor realizarlo gradualmente durante varios días.Facilítele el libre acceso a agua limpia durante todo el día.Encontrarse sin agua suficiente puede llevarle a la deshidratación y empeorar su estado. Evítele el estrés, los esfuerzos excesivos y las tensiones. Procúrele un ambiente tranquilo y confortable, evitando los cambios bruscos de temperatura.

La Ansiedad por Separación en Perros

La ansiedad por separación es la aflicción que sufre un perro cuando lo dejan solo, separado de sus dueños. Por lo general, el perro manifiesta su ansiedad con llantos, ladridos, defecando o destrozando algún elemento de casa. Esto sucede porque el perro tiene pánico a quedarse solo. 

Esta patología no afecta a todos los perros por igual, algunos sienten miedo cuando se quedan solos en horarios fuera de lo habitual, hay casos en los que sienten pánico si no están sus dueños (aunque estén acompañados por otras personas) En definitiva, es un problema de apego excesivo hacia sus dueños, y en función de cómo de excesivo sea, se manifestará en mayor o menor medida.

Al igual que nosotros, los perros son animales sociables. La mayoría hace frente al estrés de forma más tranquila y menos destructivas, por lo general durmiendo o jugando con sus juguetes. Pero los que sufren esta inquietud, dormir no es una opción, lo que quieren acabar es con su miedo y tener a su dueño en casa.

El perro no tiene miedo a quedarse solo, lo que lo vuelve loco es estar separado de su dueño. Esto ocurre cuando el animal está demasiado apegado a su dueño.

La Ansiedad por Separación en Perros

Tratamiento de la ansiedad por separación:

Es importante, sobre todo, considerar que no se trata de un problema de venganza contra el dueño, simplemente el animal sufre y se angustia sin su dueños, y por lo tanto se le debe enseñar que puede sobrevivir sin tanta atención de su familia.

Los tratamientos son largos y complejos, puede haber reincidencias, pero si sigues varías pautas seguro que tu perro dejara de sufrir esta incomoda patología:

Modificación del ambiente:

-Dejar al perro en algún sitio de la casa donde no tenga acceso a destruir mobiliario.

-Tener un sitio de seguridad, que sea un espacio pequeño, así se minimiza la intensidad de estímulos externos que agravan el problema.

-Tener variedad de juguetes que ayudan a disminuir el aburrimiento y la ansiedad en el perro)

Modificación de conducta:

-Hacer rutinas diarias.

-Establecer reglas y límites claros y firmes.

-Que el perro se gane cada cosa que quiera.

-Practicar la obediencia para tener un mayor control sobre el perro.

-Moderar el apego, hacer al perro más independiente.

-Romper estereotipos de rutinas en salidas y llegadas, ignorando al perro al salir y regresar a casa.

-Mantenerlo ocupado.

-Dar al animal estimulación física y mental.

-Aumentar el ejercicio físico.

-Dejarlo poco tiempo solo, volver antes que se angustie, aumentar gradualmente el tiempo de salida.

Nunca castigar al perro por acciones que realizó durante la ausencia del dueño, ya que no comprende la razón del castigo y esto aumenta mucho más su ansiedad.

Si aun siguiendo todas las pautas tu mascota sigue teniendo ansiedad por separación podemos probar con terapias naturales como la aromaterapia canina que relajan y no dañan el organismo.

Con mucha paciencia y cariño se puede superar la “ansiedad por separación” intentar llevar a raja tabla estas pautas desde el primer día que la mascota llega a nuestra casa.

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